EN EL PRINCIPIO EL DIBUJO ERA DIOS...
En
la imagen dos objetos con poco uso en nuestros tiempos: un compás
para tomar proporciones y un visor para diferenciar tono y masas de
color.
Pero
llego la cámara obscura y los Italianos se aprovecharon del asunto
para sistematizar las complejidades de la perspectiva. Así el
Canaletto trazo con mano firme sus pinturas y como el propio
Leonardo, Durero, Caravaggio y una larga lista de maestros en
diferentes épocas y con distintos artilugios ópticos se esforzaron
en reconstruir sus personales interpretaciones de la realidad.
Recordamos aquí la certera precisión del Veermer para representar
hasta los mas mínimos detalles recogidos con los incipientes lentes
de la época.
Al
aparecer la fotografía la cámara obscura cayo en el olvido y solo
hasta hace unos cuantos años se llego a reconocer su influencia
determinante en la obra de muchos pintores clásicos. Demasiados
mitos se tejen alrededor de la obra de los grandes maestros, dibujar
muy bien no es ninguna genialidad, es una habilidad adquirida con la
practica y el tiempo. Hay muchísimos pintores callejeros con gran
habilidad para el dibujo que nunca llegan a convertirse en auténticos
genios creativos.
Desde
mi punto de vista es completamente inútil en nuestros tiempos
dedicar demasiado interés al aprendizaje del dibujo; usted vive en
la era digital, con proyectores digitales, cámaras digitales,
tablets y teléfonos inteligentes. Si por alguna causa desconocida
llega a registrar percepciones fuera de los aparatos digitales no
tendrá manera de allegar ese estado alterado de consciencia a la
percepción de los demás para verificar racionalmente la realidad de
su existencia.
Siendo
lo más objetivos posibles, el dibujo es una forma de comunicación
que antecede la función referencial de los signos. No precisa ser
estético pero si icónico, debe establecer un modo de figuración de
la realidad y debe ser sobre todo arcaico simple y universal para que
resulte relevante y necesario en la construcción de la cultura
humana. En nuestra cultura contemporánea, es esa precisamente la
razón, por la cual resulta más relevante y popular el Grito de
Ensor que toda la obra de Rafael.
Ahora
en estos tiempos de tabletas digitalizadoras, aprender la figura
humana y la perspectiva son una tarea mas simple y menos aburrida. Es
una dimensión completamente nueva que espera ser reconocida en todo
su valor; como lo fuese en su tiempo la fotografía, la cual, es
ahora no solo un medio extraordinario para registrar tanto la
realidad colectiva, como la visión individual de la realidad -Como
ha sido siempre en esa eterna búsqueda de alguna clase de estándar
perceptual- .Por ahora reconocemos la convivencia de los métodos,
pero sus diferencias sustanciales terminarán por alejar el dibujo
digital del dibujo tradicional sobre papel.
Solo
si la humanidad no retrocede a la barbarie; el dibujo digital va a
tener para las futuras generaciones la misma importancia que para los
hombres de las cavernas habría tenido la pintura rupestre, la cual
parece indicar una profunda necesidad de expresión existencial,
cultural y mágica antes que expresión estética.
Pedro
Miguel Ortiz Guerrero <<MIGOR>>
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Lápiz sobre papel. 1/4 de pliego de la serie: "Chibchakun"
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